El sedentarismo cambia tu cerebro y tu corazón

 

despertador

La falta de actividad física causa cambios en tu cerebro y en tu corazón

¿Cuántas veces habéis oído o leído lo beneficioso que es hacer deporte? Todos estamos familiarizados con sus ventajas: mejora el estado físico y anímico, reduce la ansiedad, aumenta la productividad y el rendimiento académico e incluso fomenta el desarrollo de ciertos tipos de inteligencia. Sabemos que la actividad física provoca cambios cerebrales, sin embargo ¿qué ocurre con el sedentarismo? ¿modifica también nuestro cerebro?
sedentarismo

magen cortesía de artur84 / FreeDigitalPhotos.net

I
De acuerdo con los resultados del estudio del Dr. Patrick Mueller(profesor asociado de Fisiología en la Wayne State University) publicado en el Journal of Comparative Neurology , la respuesta es sí: La inactividad modifica nuestro cerebro, además de nuestro corazón. Y los cambios no son precisamente beneficiosos.
Hasta hace unos veinte años, la mayoría de los científicos defendía que la estructura del cerebro estaba ya establecida al comienzo de la vida adulta, por lo que no se podían crear nuevas neuronas, alterar las ya existentes o realizar ningún cambio físico en el cerebro después de la adolescencia. Sin embargo, en los años posteriores, los estudios neurológicos han demostrado que el cerebro mantiene su plasticidad, su capacidad para ser remodelado, a lo largo de toda la vida, por lo que puede ser (y de hecho, es) modificado, creándose nuevas conexiones e incluso nuevas células nerviosas.
La actividad física resulta un factor especialmente relevante a considerar cuando hablamos de los cambios que se producen en nuestro cerebro. El estudio del Dr. Mueller concluye que la inactividad puede, al igual que el ejercicio, modificar la forma de las neuronas, aumentando el número de ramificaciones y alterando con ello  su sensibilidad. Las conexiones entre neuronas se ven modificadas, y estos cambios provocan unahiperactividad del Sistema Nervioso Simpático, que se encarga de la inervación de la musculatura lisa, el músculo cardíaco y las glándulas de todo el cuerpo, controlando lafrecuencia cardíaca y la tensión arterial y preparándonos para la acción.

Imagen cortesía de atibodyphoto / FreeDigitalPhotos.net

Por supuesto, el sedentarismo también aumenta el riesgo de sufrir problemas cardíacos: si el sistema nervioso simpático recibe demasiada estimulación por parte de las neuronas de la médula rostral ventrolateral, responderá de manera errática y excesiva, provocando hipertensión y daños cardiovasculares. El Dr. Mueller afirma: “este hallazgo es importante, pues añade un nuevo factor a nuestra comprensión de cómo, a nivel celular, la inactividad aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca”.

Mujer en bicicleta

Imagen cortesía de Sira Anamwong / FreeDigitalPhotos.net

A la vista de estos resultados, concluímos que no sólo el ejercicio físico es deseable por sus múltiples bondades y beneficios, sino que, además, la inactividad supone un factor perjudicial, y por tanto, a evitar, dados sus efectos sobre el cerebro y el corazón. Así que… ¡Muévete!
Y si estos argumentos no te convencen, quizá lo haga la siguiente animación:

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