Llevo un par de semanas queriendo retomar el blog y ponerme a escribir seriamente, sin embargo, esta temporada tengo compromisos laborales y académicos que requieren toda mi atención y me dejan muy poquito tiempo para otras cuestiones. Y eso, aunque para algunas personas sería una condena, una pequeña tortura, para mi es una suerte.
Precisamente la suerte es un elemento clave en el corto que hoy quiero compartir con vosotros. Esta historia, horneada en el Ringling College of Art & Design, tiene múltiples lecturas.
La lección con la que yo me quedo: A veces estamos tan sumidos en la rutina que no vemos cómo la suerte nos anda rondando… Abramos bien los ojos, seguro que encontramos más de un motivo para considerarnos afortunados.
Y ¡no lo olvides! ¡no todo el mérito es de la suerte! En palabras de Coelho, «Tenemos que aprovechar cuando la suerte está de nuestro lado y hacer todo lo posible por ayudarla, de la misma manera que ella nos está ayudando».
Y tú, ¿qué haces para ayudar a la suerte?