Si tenéis niños, es más que probable que hayáis celebrado con ellos la noche de Halloween. Esta festividad ha ido, en las últimas décadas, haciéndose un hueco en el calendario y en las rutinas escolares de nuestros pequeños. Precisamente por eso, se ha convertido en una ocasión más para inculcar y fomentar valores positivos, como el respeto la diversidad y la ruptura con las normas de género.
Porque un niño disfrazándose de su superhéroe favorito no es más que eso.
Respetemos la iniciativa, los intereses y la personalidad de todos.
Reblogueó esto en Pensar en Psicología.
Me gustaMe gusta