Me miras con esos ojos verdes que llevan en mi vida tanto tiempo como mi memoria. Sonríes y haces una de esas muecas, irritante y adorablemente familiar. «Te vas a equivocar, es inevitable». Te apiadas de mi un segundo. Dos. Lo que dura mi suspiro. Agradezco la tregua, pero vuelves, inagotable.
«Te equivocarás, porque es así como aprendemos. Y conozco a poca gente con tanta ansia por aprender como tú. Pero, ya que lo vas a hacer… Aunque la sola idea de equivocarte te desespera, lo sé… Ya que va a ocurrir, cerciórate de que esta vez eres tú quien toma las decisiones».

Manos entrelazadas de Nefertiti y Akenaton. Neues Museum, Berlin.
[…] cuando hay señales de que es necesario revisar y cambiar la manera de relacionarse. Es no tomar decisiones. Ése es el verdadero […]
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[…] pareja o seguir disfrutando de la soltería, pero… ¿son incompatibles estas opciones?. Y las elecciones continúan: si salgo con alguien, ¿quiero seguir viviendo a mi aire o me gustaría que […]
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