¿Qué es la musicoterapia?

 

El uso de la música con efectos terapéuticos

Quizá muchos de vosotros hayáis oido hablar de la Musicoterapia. Consiste en el empleo y manejo de la música y sus elementos (armonía, melodía, ritmo y sonido) con objetivos terapéuticos, como la promoción de la comunicación o las relaciones, la expresión y el movimiento o el aprendizaje. Puede practicarse de manera individual o en grupo, y se ha constatado su efecto sobre aspectos físicos, emocionales, mentales, relacionales y cognitivos de los pacientes.Desde los comienzos de la humanidad se conoce la relación entre la música y el comportamientode individuos y grupos y se ha experimentado con ella: sus funciones son múltiples ya que, comomedio de expresión y comunicación que es, causa efectos emocionales y motivacionales.La música estimula los sentidos y activa distintos procesos cognitivos (atención, concentración, aprendizaje, memoria, pensamiento, lenguaje). Su producción requiere movimiento, por lo que produce activación motora y, por si esto fuera poco, fomenta la creatividad y repercute en nuestro estado de ánimo.

Sus efectos se han comprobado en distintos colectivos: niños, ancianos, educación especial,mujeres embarazadas, pacientes en tratamiento de estrés y ansiedad, cáncer, VIH o diabetes, entre otros.

Además de los efectos ansiolíticos, la musicoterapia permite reducir la dosis y la intensidad de analgésicos. No sólo atenúa la ansiedad de los pacientes, sino que además, dado que alivia eldolor, minimiza su necesidad de sedación.

¿Quieres saber más? Puedes profundizar sobre esta útil herramienta terapéutica a través de los siguientes videos.

 

Entrevista a Jordi Jauset , autor del libro «Musicoterapia y Neurociencia».

 

Video documental «Musicoterapia: Un refugio en la UCI»

Estrés en la adolescencia

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Imagen cortesía de ambro/FreeDigitalPhotos.net

¿Están los adolescentes asumiendo nuestra estresante forma de vida?

La realidad es que no podemos evitar vernos inmersos en situaciones estresantes. Sin embargo, tomar conciencia de qué factores podemos controlar y con qué recursos contamos para hacerle frente a la ansiedad nos permite gestionar estas situaciones de manera eficaz.

Hace unos meses salieron a la luz los resultados de la encuesta Stress in America 2013. Los resultados ponen de manifiesto que un número importante de adolescentes sufre elevados niveles de estrés, con sus correspondientes correlatos físicos (cansancio, problemas de sueño y alimentación) y psicólógicos (ansiedad, irritabilidad, falta de concentración, pensamientos negativos).

Además, un tercio de los adolescentes considera que no está haciendo frente a las situaciones estresantes de manera adecuada, pues no está empleando los recursos suficientes o empleaestrategias de afrontamiento del estrés poco útiles.

Los niveles de estrés a los que este grupo está sometido son equiparables, en sus repercusiones tanto físicas como emocionales, a los de los adultos.
Por desgracia, estos resultados son extrapolables al colectivo adolescente de nuestro país. Por ese motivo debemos tener presente la importancia de desarrollar formas saludables de afrontar y manejar el estrés ya desde la infancia. La APA nos proporciona algunas pautas para ayudar a los más pequeños a gestionar sus emociones yhacer frente a las situaciones estresantes de manera adecuada:

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Imagen cortesía de ambro/FreeDigitalPhotos.net

  • Reconocer las señales y síntomas indicadores de estrés: enfado, irritabilidad, preocupación, problemas de sueño o de alimentación, consumo de alcohol o sustancias.
  • Mantener una buena comunicación: Sabemos que tratar de obligarles a compartir sus preocupaciones resulta completamente improductivo. Sin embargo, es muy útil, a la hora de mejorar los vínculos y favorecer una comunicación abierta, mostrarse comprensivo y disponible para nuestros adolescentes, permitiendo que sean ellos quienes elijan cómo y cuándo compartir con nosotros sus pensamientos, deseos y temores.
  • Enseñarles estrategias de afrontamiento eficaces: Debemos transmitirles la importancia que variables como la actividad física, el sueño y la alimentación tienen para su bienestar.
  • Ayudarles a gestionar sus preocupaciones relacionadas con el rendimiento académico y las relaciones sociales. Algun@s chic@ presentan elevados niveles de autoexigencia y se fijanmetas poco realistas. Los adultos de su alrededor no debemos resolver sus problemas, pero sí podemos ser una ayuda en la toma de decisiones. Nuestro objetivo: acompañarles en el proceso de desarrollo de su autonomía.
  • Establecer hábitos sanos: Las rutinas nos reconfortan, más aún en momentos de estrés. Nos proporcionan estabilidad y seguridad. No debemos olvidar que, además de fomentar esos hábitos, debemos también ejercerlos: debemos ser un ejemplo de prácticas saludables y tomar medidas para regular nuestro propio estrés.

 

Si la situación desborda a la familia y no te sientes capaz de gestionarla sin ayuda, no temas:puedes recurrir a un profesional. Los psicólogos podemos ayudaros