El suicidio: Esa realidad de la que nadie quiere hablar

El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España.

La primera.

 

Son 3.600 personas las que, cada año, deciden acabar con su vida.

La media, 10 personas al día.

Sin embargo, este dato, aunque resulta escalofriante, no es portada. No sale en las noticias. No se habla de ello. Quizá no hay tiempo. O lo hay, pero se dedica a cuestiones «más importantes», como el derbi del pasado fin de semana. Como la última expulsión en OT.

El pasado viernes 2 de Febrero se puso en marcha un nuevo teléfono de atención y prevención del suicidio. La idea ha sido desarrollada e implementada por la Asociación La Barandilla, constituida por personas con discapacidad, familiares y profesionales de la salud, rehabilitación y reinserción social.

Aunque durante este mes el horario disponible es restrigido, de 9 a 21h, a partir de marzo la atención estará disponible 24h. La línea telefónica será atendida por psicólogos y psiquiatras.

Los datos han descendido durante los últimos años, aunque aún queda mucho por hacer, y la prevención es la clave. El servicio prestado por esta Asociación atiende a la persona en el momento de la crisis, realizando una labor de contención emocional en un momento crítico, acompañando a la persona en su sufrimiento y ayudándola a gestionar el impulso suicida.

La única manera de reducir estos datos es la prevención, y para poder prevenir hay que visibilizar la realidad de las personas que, empujadas por su sufrimiento, deciden poner fin a su historia.

910 380 600

Un número que salvará vidas.

Pepa y Pepe: La escalera de la violencia de género

Si las pasadas semanas hemos hablado de múltiples formas de violencia de género en el contexto de la miniserie Big Little Lies, hoy quiero compartir con vosotros un vídeo sobre este mismo tema que se ha hecho viral, y debería viralizarse aún más entre el colectivo adolescente.

Carmen Ruiz Repullo, socióloga, nos relata en forma de cuento cómo, sin darnos cuenta, nos podemos ver inmersos en el ciclo de la violencia de género. De manera discreta y gradual, vamos sometiéndonos y accediendo a peticiones que acaban por restringir nuestra libertad individual y nos llevan a renunciar a nuestras actividades, nuestros gustos, nuestra identidad y a alejarnos de nuestra red de apoyo social.

La historia, que a todos nos suena está construida a partir de datos recogidos en varias investigaciones del Instituto Andaluz de la Mujer. Podemos acceder a los estudios en la web del Observatorio de la Infancia:

Voces tras los datos. Una mirada cualitativa a la violencia de género en adolescentes.

Escalera cíclica de la VG

Me quedo con una frase:

«Cuando alguien te quiere, no te hace subir NINGUNO de estos escalones».

Rompamos con los clichés del amor romántico. Los mitos románticos son el gérmen de la violencia de género. No subamos por la escalera. No empujemos al otro a subir.

El amor NO duele.

¡RESPETA MI CUERPO!

Los adultos nos pasamos la vida dando lecciones a los peques que nos rodean: les hablamos de normas, tratamos de inculcarles valores e incluso les hablamos de posibles dificultades que pueden afrontar en el futuro. Sin embargo hay ciertas cuestiones de las que, por desgracia, nos cuesta hablar con ellos: la sexualidad, las partes privadas del cuerpo y lo que se puede hacer y no se puede hacer con el cuerpo de los demás. Son muchos los adultos que se sonrojan y se ponen nerviosos ante la sola idea de poner sobre el tapete estos temas, cuando en realidad, pocas cosas hay más naturales que el propio cuerpo.

Por si fuera poco, abordar estos temas puede ser muy efectivo a la hora de prevenir o incluso detectar abusos y otras dificultades que son, desgraciadamente, demasiado comunes en nuestros tiempos.

  • ¿De qué manera puedo expresarme sin causar preocupaciones o
    miedos?
  • ¿Qué es lo que los niños ya saben?
  • ¿Por dónde debería empezar?
  • ¿De qué manera puedo proteger a mis hijos?

Son algunas de las numerosas preguntas que se encienden, cual lucecitas del árbol de Navidad, en la cabeza de muchos padres.

Ojala hubiera un método infalible para proteger a niños y niñas de cualquier situación de abuso y desprotección. Por desgracia, no lo hay. Sin embargo, hay mucho que los adultos podemos hacer, y una de las medidas más relevantes a la hora de protegerles es concienciarles, hablando con ellos sobre el cuerpo y sus límites, cómo decir que sí o que no, contribuir a que se sientan seguros y facilitarles que puedan hablar con nosotros de aquello que les preocupa.

En un intento por facilitar la tarea a los adultos asustados (muchas veces más que los niños), la ONG Save the Children ha elaborado la guía «Respeten mi cuerpo«. En ella se recogen consejos sobre cómo mantener conversaciones sobre estos temas con niños de distintas edades.

Aprender que nuestro cuerpo es nuestro, y de nadie más, y que nadie tiene que tocarlo si nosotros no queremos, es el primer paso en la prevención.

Puedes descargar la guía aquí: Respeten mi cuerpo – Save the Children