Sobre rupturas: “¿Cuánto tiempo voy a estar así?”

Hace unas semanas hablábamos de las relaciones fallidas, los efectos de una ruptura, las ideas que se nos pasan por la cabeza y el gran aprendizaje que, después de un tiempo, podemos extraer de la experiencia. ¿Lo recuerdas? Puedes consultarlo aquí.

El desamor es una experiencia universal que nos afecta de múltiples maneras. Además del dolor emocional, podemos sentir una desagradable falta de control. La angustia y la tristeza se apoderan de nosotros y, entre las muchas preguntas que nos asaltan, entre toda la maraña de incertidumbre, aparece reiteradamente  ¿pero cuándo se me va a pasar? ¿cuánto tiempo estaré así?

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Si estás en este punto, tengo una buena y una mala noticia. ¿Por cuál empezamos?

Bueno, la buena es que no vas a estar así para siempre. Te lo prometo.

La mala, que nada que merezca la pena se consigue de la noche a la mañana. Y, desde luego, los cambios psicológicos son asuntos importantes.

Seguro que te ha ocurrido, o que conoces a alguien que haya pasado por la experiencia de intentar por todos los medios conseguir dejar de sentirse mal. Precisamente ese planteamiento, el de forzar el bienestar, el olvido, la curación, es una de las peores cosas que podemos hacer.

No pienses en un elefante rosa. Por favor, no lo hagas.

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Ni se te ocurra. Puedes pensar en cualquier cosa menos en un elefante rosa.

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¡Que te he dicho que no! Nada de elefantes rosas, ¡Te lo prohíbo!

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Puedes echarme la culpa si pasas las próximas horas pensando en elefantes rosas. La mente es así, y cuanto más intentemos evitar una cuestión, mayor relevancia y presencia tendrá en nuestras vidas. Precisamente por eso, el hecho de que te haya propuesto este pequeño ejercicio y haya insistido en la prohibición de dirigir tu mente hacia esos hermosos paquidermos rosados, nos sirve para ilustrar cómo nuestra cabeza, inevitablemente, va a llevarnos hacia aquello que queríamos evitar.

Tratar de olvidar algo por todos los medios es la mejor garantía para tenerlo presente.

En el caso de una relación, el tiempo, las experiencias y los sentimientos vividos dejan una huella muy poderosa que no va a desaparecer por el mero hecho de que insistamos en ello.

No, no puedes enviar a tu ex a la papelera de reciclaje y luego vaciarla. Puedes intentarlo, y ojalá diera resultado, pero no funciona así.

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El tiempo, pero no el tiempo que pasa, sino el tiempo que vives, es la clave en la superación de cualquier asunto doloroso. Dicen que lo cura todo, pero no es verdad.

El tiempo no cura nada. Te curas tú, mientras el tiempo pasa.

Vale, hasta aquí todo claro, pero… ¿Cuánto puede durar ese tiempo?

Recientemente se ha publicado en la revista Evolutionary Behavioural Sciences una investigación desarrollada por la University College London y la Binghamton University. Recogieron datos de más de 5.000 personas procedentes de 96 países. ¡Cuántos corazones rotos!

De acuerdo con sus resultados, en la mayoría de los casos las personas necesitan entre 6 meses y dos años para considerar que han superado la amarga experiencia de la ruptura.

¿Te parece mucho? ¿Poco?

Como en todas las investigaciones, hay variables que influyen en el tiempo que las personas tardamos en reparar nuestro corazón roto, y al parecer el género es una de ellas. Llegaron a algunas conclusiones interesantes:

  •  Las mujeres sufrimos con más intensidad en los primeros momentos, pero también nos recuperamos antes.
  • Los hombres tienden a comenzar una nueva relación sin haber superado del todo la ruptura anterior.

¿Coincide con tu experiencia?

Explican los investigadores que estas diferencias tienen que ver con que, por lo general, las mujeres invertimos más en cada relación por cuestiones que tienen que ver con la maternidad y otros temas tradicionalmente vinculados al género femenino. También concluyen que los hombres tienen una mentalidad más competitiva, como si constantemente estuvieran sometidos a la presión de atraer nuevas parejas. Como suele ocurrir con los resultados de estas investigaciones, los resultados son globales y seguramente haya una enorme variabilidad entre el grupo de mujeres, así como en el grupo de hombres. No nos lo tomemos como algo personal: Son datos generales. Después, cada uno tiene su experiencia , sus motivos, su historia…

Una variable crucial, tanto para hombres como mujeres, es la resiliencia.

Este concepto viene del mundo de la física, donde se usa para referirse a la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar su forma original. Los psicólogos lo tomamos prestado y lo usamos para hacer referencia a la capacidad que tenemos para superar circunstancias difíciles y crecer tras la experiencia.

Resiliencia flor en la nieve

Volveremos sobre esta cuestión en otro post. Hasta entonces, ¡cuéntanos!:

  • ¿Coincide esto con tu experiencia?
  • ¿Qué estrategias has utilizado tú para superar alguna ruptura?

 

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Cuando fracasar no es un fracaso: Relaciones fallidas y otros asuntos del corazón

Tanto dentro como fuera de la consulta me encuentro constantemente con personas a las que han roto el corazón.

También yo he pasado por eso. Y es que los psicólogos, aunque no os lo creáis, somos humanos. Y tenemos papás, hermanos, tíos, primos, hijos y parejas. Y nos enfadamos, lloramos, perdemos los papeles de vez en cuando… Y sí, ¡También nos enamoramos! Por desgracia, tampoco para nosotros hay garantías de que las cosas vayan a ir bien, pues mantener una relación de pareja, como cualquier tipo de relación, requiere de un trabajo constante, respeto por el otro, atención a las necesidades de las dos partes implicadas… Como te imaginas, como seguramente hayas experimentado, con quererse no basta.

tristeza ruptura corazónY las historias se acaban. Y la mayoría de las veces, uno sale herido sin importar el papel que haya desempeñado. Dejado o dejador, ningún rol es fácil. Creo, sinceramente, que ninguna ruptura es bonita. Aunque uno lo vea desde otro prisma con el tiempo y la experiencia y a veces hasta dé gracias por que esa relación haya finalizado. Incluso si con el tiempo se recuerda con cariño a la otra persona. Romper duele. Y a veces, muchísimo.

La cuestión es, y es de lo que va el vídeo que quiero compartir hoy con vosotros, que a veces uno se siente un fracasado. Y no. El verdadero fracaso es continuar en una relación en la que no te sientes a gusto. Es mirar para otro lado cuando hay señales de que es necesario revisar y cambiar la manera de relacionarse. Es no tomar decisiones. Ése es el verdadero fracaso.

Pablo Piñeiro, un joven polifacético y enamorado del amor, nos habla en esta charla TEDx de su experiencia escuchando historias de personas que, como tú y como yo, han pasado por ello y nos cuenta sobre el aprendizaje del amor y el desamor. Desde la humildad y el humor, nos lleva a sacar conclusiones constructivas de una experiencia que puede ser muy dolorosa, pero vista con otra luz, puede enseñarnos mucho.

 

 

¿Qué opinas tú? ¿Has extraído alguna lección importante de tus rupturas?

Me encantará leer vuestros comentarios.

¡Hasta el próximo post!

Adiós, Louise.

Hoy hemos amanecido con la noticia del fallecimiento de Louise Hay. Noventa años ha estado en este mundo, y muchas más de noventa son las lecciones que nos ha dejado.

Louise, además de ser la autora de numerosos libros de crecimiento personal, es un modelo de resiliencia vital. Víctima de malos tratos y abusos sexuales en la infancia y superviviente de un cáncer de útero, convirtió sus experiencias en su motor de aprendizaje y cambio y compartió, a través de sus publicaciones y ponencias, su saber con millones de personas.

Recuerdo cuando, durante la carrera, llegó a mis manos su segundo libro, publicado en 1984, Usted puede sanar su vida, un best seller sobre las posibles causas psicosomáticas de numerosas enfermedades. Como estudiante curiosa y escéptica que era (y soy), lo devoré, con mi sentido crítico activado. A pesar de tener mis reservas respecto a todas estas cuestiones, he recomendado esta publicación a un gran número de personas, tanto dentro como fuera de la consulta, debido a su agilidad, su cercanía y la sencillez y humanidad con la que expone sus razonamientos. Hay, además, fundó una editorial que ha permitido la difusión del trabajo de autores como Deepak ChopraWayne Dyer.

A modo de homenaje, desde aquí compartimos algunas de sus lecciones.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=0lI2JUIA6ck&w=560&h=315]

 

Gracias, Louise. Que la tierra te sea leve.

 

Otras maneras de convivir con las alucinaciones

Porque hay muchas maneras de enfrentar un diagnóstico, y la peor de todas es adherirse a él, emplearlo como un escudo para aislarse del mundo y defenderse de los demás.

Hoy os traigo un ejemplo de afrontamiento creativo de la enfermedad mental -según escribía esta expresión, he fruncido el ceño, pues no me gusta nada, pero así es como se cataloga a las personas que sufren de experiencias como la de esta chica-:

kate alucinacion auditiva pajaroSe trata de una joven de 18 años que a lo largo de su vida ha recibido múltiples diagnósticos, algo bastante común cuando uno entra en la espiral del Sistema de Salud Mental. Su malestar se ha ido intensificando con el tiempo y finalmente los psiquiatras decidieron que lo que le ocurría encajaba con la etiqueta de esquizofrenia. Padece alucinaciones auditivas y visuales. Oye voces y sonidos aleatorios (crujidos, chasquidos o incluso el canto de pájaros) que no proceden de ningún lugar, y con frecuencia ve bichos, caras y ojos que se mueven.

La experiencia puede resultar terrorífica así descrita. Sin embargo, Kate ha encontrado una manera de manejarla: la dibuja.

Ella misma, en un pequeño artículo publicado en Bored Panda, comparte su experiencia: “Siempre he sido una artista, pero no supe lo que significaba hasta que apareció mi enfermedad. Rechazo el término “enfermedad mental”; implica que lo que soy es un persona corrompida y rota”.

Comparto su opinión. Cambiemos el discurso. Evitemos el estigma que conllevan las etiquetas diagnósticas y que los medios de comunicación perpetúan. No hablemos de esquizofrénicos, de enfermos mentales ni de depresivos. Hablemos de personas, personas con experiencias extrañas, poco comunes, a veces muy desagradables. De personas que sufren. De personas que son mucho más que un diagnóstico.

Y, en el caso de Kate, de alguien que expresa su sufrimiento a través del arte. Aquí tienes algunos ejemplos:

Puedes encontrar más dibujos en su cuenta de Instagram: @awkwardapostrophe

Me encantará que me dejes un comentario y me cuentes cuál es tu experiencia o tu opinión.

¡Hasta el próximo post!