Irving Kirsch y su equipo de investigación han sido los artífices de una prometedora y provocadora línea de investigación que ha puesto en tela de juicio la eficacia de los antidepresivos y que ha revolucionado la interpretación de los resultados de la literatura científica en depresión, cuestionando seriamente los modelos de enfermedad mental y la práctica médica habitual, basada exclusivamente en la intervención farmacológica para este tipo de pacientes. Tras quince años de investigación y múltiples estudios en lo que se comparaba el efecto de los antidepresivos frente a placebos o el efecto de la psicoterapia frente a la ausencia de tratamiento en la depresión, sus resultados mostraron una mejoría de todos los pacientes. Sí, todos. Incluso aquellos que no habían recibido ningún tipo de intervención. Kirsch comprobó que el tratamiento placebo resultó ser tres veces más eficaz que la ausencia de tratamiento. Y descubrió que los antidepresivos «sólo eran un poco mejores que los placebos», quealcanzaban un nivel de eficacia del 75%. Logró, gracias a la Ley de Libertad de Información que impera en Reino Unido, acceder a los ensayos controlados que las compañías farmacéuticas (que son las que patrocinan este tipo de estudios sobre la eficacia de los psicofármacos) no publicaban y encontró que el nivel de eficacia de los placebos era aún mayor: alcanzaron un nivel de eficacia del 82% respecto a los antidepresivos en el tratamiento de la depresión. Kirsch continuó sus investigaciones con el objetivo de encontrar una explicación… Podéis leer las conclusiones a las que llegó en el siguiente enlace:
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