«Lo mejor para el hombre». ¿Qué es lo mejor para el hombre?
La compañía Gillette ha convertido su eslogan en pregunta para cuestionar la masculinidad hegemónica que hasta ahora invadía la publicidad. En su último spot aparecen situaciones de acoso escolar, homofobia, acoso sexual, mansplaining… Sin duda, la respuesta es no. Ésto no es lo mejor para los niños de hoy, que serán los hombres del futuro.
La campaña, que apela a los hombres para que se deshagan de la masculinidad tóxica afeitándosela ha causado un gran revuelo. Hay quien celebra esta iniciativa, sin embargo algunos sectores de la población la critican fuertemente, proponiendo sabotear a la compañía que visibiliza y critica situaciones que reflejan una masculinidad agresiva e irrespetuosa.
Gillette asegura, a través de su página web, que en la actualidad «muchos hombres se encuentran en una encrucijada, atrapados entre el pasado y una nueva era de la masculinidad». Tomando en consideración la influencia que la publicidad, en sus distintos formatos, tiene en la cultura, asume el compromiso de «desafiar activamente los estereotipos y las expectativas de lo que significa ser un hombre».
Tal como afirma la voz en off del anuncio, algo ha cambiado y no se puede volver atrás.